Es dificil imaginar siquiera, no conociendo Islas Canarias, las condiciones en las que sobrevivieron los viñedos en tierras cubiertas por lava volcánica. Sin embargo, en condiciones de esta naturaleza y otras similares, la nobleza de la vid dió los mejores frutos a Canarias en términos de infinitas variedades de cepas. Hoy esos vinos salen a la conquista del mundo.
Gran parte de los viñedos de Canarias crecen en tierras cubiertas por lava volcánica, a la que el ingenio del hombre perforó para sembrar la vid que emerge de ese manto por un hoyo, y se esparce rastrera en la superficie. Cada hoyo está rodeado de piedras, para proteger las viñas del viento de la isla. De estos viñedos nacen los vinos que compiten con los mejores del mundo, de variedades únicos tales como malvasía, baboso, listán negro y blanco, negramoll, verdello, marmajuelo, etc.
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