Desde los sitios más informales hasta los más sofisticados, cada tipo de restaurante tiene características que lo hacen apropiado para cada tipo de ocasiones.
Fast food o comida rápida: Por lo general son franquicias, muchas de las más conocidas surgieron en la década de los cincuenta y hoy son marcas con presencia global. Atraen clientes por su velocidad de servicio, ubicación conveniente y precios competitivos.
Fast casual dining: Son sitios un poco más sofisticados que una cadena de comida rápida, aunque comparten algunos de sus elementos como platos y cubiertos desechables y atención rápida; sin embargo, utilizan ingredientes un poco más refinados como frutos orgánicos o pan del día.
Café: En los cafés, el cliente por lo general ordena en el mostrador (aunque el servicio de mesonero existe en algunos lugares) y lleva su comida a la mesa. Es distintivo de estos lugares la posibilidad de sentarse en exteriores, y los platos suelen ser ligeros: sándwiches, pasteles y galletería.
Pub: El nombre viene de Public House, una tradición europea de hace siglos, especialmente en el Reino Unido. Su atmósfera es relajada y es popular que ofrezcan cervezas, ya sea con menú completo o sólo aperitivos para compartir.
Casual style dining o Casual familiar: Son muy populares en estados Unidos. Ofrecen platos a precios moderados, servicio a la carta, postres y en algunos casos bebidas alcohólicas. Pueden ser lugares temáticos de cocina italiana, mexicana, marina, etc. La decoración por lo general es vistosa y acorde al menú.
Fine Dining: Se refiere a los restaurantes más refinados, con ambiente elegante y un equipo de cocina altamente calificado. El servicio es también de alta calidad y la comida, por ende, es más costosa. Suelen tener cartas de vinos.
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